Que la acogida de la obra de Janus Pannonius fuera en vida del poeta tan intensa y que siga siendo hoy tan eufórica tiene su razón de ser. Las causas responden a la excelente poesía que cultivó el autor, polifacético sin duda como el propio dios Jano, y virtuosa en los diferentes géneros que cultivó: el epigrama, la elegía, el panegírico, etc. En su lírica, Janus Pannonius hace gala de un estilo abracadabrante en el uso de metros clásicos que reviste de giros ovidianos, una agudeza propia de un Marcial o una modernidad radical sin parangón. Todos estos haberes, sin duda, motivaron que incluso él mismo se tuviera por primer poeta de Hungría.