Para hablar de la aliteración de la rima (o Stabreim), nada mejor que los versos de ese poema en Antiguo Alto Alemán (Althochdeutsch), ante el cual todo aprendiz queda maravillado: El cantar de Hildebrando (Hildebrandslied).
Atención a las aspiradas (/h/):
Hiltibrant enti Hadubrant untar heriun tuem
(…)
helidos, ubar hringa do sie to dero hiltiu ritun.
Hiltibrant gimahalta her uuas heroro man,
O atención a la labial fricativa sorda /f/
ferahes frotoro her fragen gistuont
fohem uuortum hwer sin fater wari
fireo in folche …
No es casualidad que, en cada una de las primeras partes de cada verso (Anvers), haya en cada sílaba un sonido similar (Stab) que, en cada una de sus versiones acentuadas (Ikten), se repite dos veces en la primera parte del verso (Anvers) y una vez más en la segunda parte (Abvers).
Esta aliteración se considera fundamental y básica en la literatura germánica antigua. Junto a ella, en casi misma importancia, aparecen los llamados “Kenning”, un recurso estilístico para la creación de conceptos poéticos mediante palabras en principio distantes. De kenningar está repleta sin embargo no solo la poesía escáldica, sino también las obras de otros muchos autores… por ejemplo, las óperas de Richard Wagner. La consideración de estos aspectos, por tanto, es esencial en cualquier buena traducción al español del alemán que se precie.
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