La historia de la disciplina ha demostrado que la interpretación filológica, aunque aparentemente prescindible, es de gran utilidad: la Filología es una ayuda que interviene en algo tan importante para el ser humano como es la producción literaria. La labor de la Filología no solo se limita a la interpretación teórica, donde precisamente reside su contemporaneidad y necesidad, sino que también debe asumir la edición de documentos, la recuperación y actualización de materiales y el trabajo lingüístico o de explicación de los textos facilitando los recursos para su máxima explotación.